Cartago
Conocida también como La Vieja Metrópoli, Cartago fue la capital de Costa Rica hasta 1823, cuando se trasladó ese título a la ciudad de San José. Es una provincia relativamente pequeña, con apenas 3.124 km2 y casi 35 000 habitantes.
Esta es la región más importante de Costa Rica en materia de arte colonial. Quizás, el mejor ejemplo es el templo de Orosi, que data de 1743, una joya histórica que ha sido testigo del nacimiento de una nación.
Cartago posee un clima tropical húmedo, su sistema montañoso comprende dos cordilleras, la Central, donde se sitúan los volcanes Irazú y Turrialba. La Cordillera de Talamanca es la otra gran formación montañosa de la provincia. En ella se levanta el imponente Cerro Chirripó, el punto más alto de Costa Rica, situado a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Cartago es una tierra de tradición y religiosidad. Hacia el norte se encuentra el monumento nacional de Guayabo, ubicado en las afueras de la ciudad de Turrialba. En Guayabo los visitantes pueden admirar enigmáticas construcciones que datan de la época precolombina. Es una de las áreas arqueológicas más grandes que se ha descubierto en el país. Montículos, puentes, plazas y calzadas, así como un acueducto que aún funciona, son algunos de los vestigios de las antiguas culturas.
La peregrinación hacia la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles -en el centro de la ciudad de Cartago- es la actividad religiosa más importante de Costa Rica. Se celebra cada 2 de agosto y a ella acuden millones de personas de todo el país.
Empero, quizás, la principal atracción de Cartago sea el volcán Irazú, un esplendoroso gigante que aún se encuentra activo y cuyos cinco cráteres atraén a miles de turistas anualmente.
Es el volcán de mayor altitud en el país, con 3.432 metros sobre el nivel del mar. En él nacen varios ríos que abastecen las cuencas de los ríos Chirripó, Reventazón, Sarapiquí y Grande de Tárcoles.
Fuente: Instituto Costarricense de Turismo - ICT