Esta provincia ofrece bellos espacios de costa como, las playas del Pacífico de Santa Clara y Farallón. Podemos visitar El Valle de Antón, que es el único lugar de nuestro país donde se pueden admirar los árboles cuadrados. Este fue un cráter de un gigantesco volcán, que más tarde se convirtió en lago, y posteriormente en una zona pantanosa. A esto se debe la presencia de de aguas termales en la región. Es uno de los mejores sitios para observar las ranas doradas. Además podemos ver La India Dormida, que según la leyenda la india Flor del Aire se enamoró de un español. Su prometido indígena, Yaraví, se suicidó, y ella por no traicionar a su gente no vio más al español, pero triste, llorando por su desventura, murió y las montañas compadecidas perpetúan su figura en una silueta que se puede observar desde El Valle. Otro atractivo es El Chorro del Macho y Chorro de las Mozas, la Piedra Pintada, el Museo de El Valle, el Zoologico del Nispero y el mercado dominical. Otro lugar es El Caño, que es un sitio arqueológico de enterramientos precolombinos. Cerca de El Caño está Nata. Santiago de Nata de los Caballeros es hoy la ciudad habitada más antigua de Panamá. Nata fue la primera ciudad fundada en el interior de la República, y es una de las pocas ciudades que no sea ha movido de su lugar original. Pedro Arias Davila fue el fundador de esta ciudad, que debía servir como punto clave para hacer la guerra al cacique Urraca y a otras tribus nativas. El nombre de Natá, puede tener su origen del nombre de un cacique. Sin embargo, hay otra versión, en la que el rey de España supo que en este lugar había muchas disputas y corrupción. De esta manera envió a 100 distinguidos caballeros para que pusieran orden y mejoraran la imagen de la ciudad. De allí el nombre de Natá de los Caballeros, por estos caballeros de sangre azul que serían la flor y “nata” de la ciudad. No podemos dejar de mencionar a una de las joyas coloniales de Panamá, se trata de la Iglesia de Natá de los Caballeros, un enorme templo blanco precedido de una pequeña cerca con coquetas garitas, cuyo interior muestra un bello retablo de 1751.
En 1581 fue fundada San Juan Baustista de Penonome, por Diego de Villanueva Zapata. Sin embargo su nombre proviene de un cacique llamado Nomé, que luchó contra las tropas españolas del conquistador Badajoz. Este, deseoso del oro, persiguió a Nomé, y lo sometió a torturas para obligarlo a decir dónde guardaba sus riquezas. El cacique murió por las graves heridas de la tortura. Se dice que al pasar por este lugar el también español licenciado Espinosa, encontró un sepulcro con una piedra donde estaba grabada una inscripción que leía: “Aquí penó Nomé”. Como nota curiosa, Penonomé funcionó como la capital del istmo panameño hasta que se trasladó finalmente a la nueva ciudad bajo el Cerro Ancon.
En esta provincia también se nos ofrece lugares como, el Museo Arqueológico El Caño, los Chorros de Olá, el Chorro Távida en Penonomé, el Museo de Penonomé, el mercado de artesanías de La Pintada, entre otros.