Panamá: Turismo rural comienza a despegar
Unas 50 fincas agroturísticas están activas y 90 esperan el visto bueno de la ATP.
El turismo rural está tomando auge y desde el 2008 a la fecha se han acreditado 140 fincas agroturísticas, de las cuales 50 se encuentran operativas. El resto está esperando el visto bueno de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) y otras 83 han iniciado el proceso.
El director de Agroturismo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Bruno Mojica, expresó que el incremento de esta actividad tiene su origen en el hecho de que Panamá se ha convertido en uno de los destinos turísticos más atractivos de la región.
Esta modalidad ha permitido generar nuevas fuentes de ingresos, que los productores mantengan sus tierras y se creen nuevas plazas de trabajo en las áreas rurales.
Se trata de un proyecto que inició en el 2007 y la primera certificación se concedió en el primer trimestre del 2008.
No se cuenta con cifras precisas para evaluar el desempeño de estas fincas agroturísticas, pero Mojica aseguró que el proyecto ha sido exitoso y “se están viendo los beneficios de muchas fincas recibiendo otros ingresos”.
Para el próximo año se tiene contemplado realizar la primera evaluación del comportamiento de la actividad en concepto de recepción de turistas e ingresos.
La primera certificación la concede el MIDA y luego los beneficiados deben esperar el visto bueno de la ATP, que hace énfasis en la atención al cliente, infraestructuras y la adaptación de la finca a la actividad turística.
“Nosotros ponemos las reglas del juego en materia agropecuaria y la ATP pone las reglas en materia turística”, señaló el funcionario.
Las fincas para obtener la certificación deben demostrar que están realizado alguna actividad agropecuaria de forma exitosa y que hacen buen manejo del medio ambiente.
Panamá Oeste, Chiriquí, Coclé y Veraguas son las regiones que mantienen el mayor empuje en materia de fincas agroturísticas y algunas ya reciben más de $5.000 en ingresos al mes.
Y la oferta es variada y permite a los turistas desde participar en los procesos agrícolas, deportes extremos, observación de la biodiversidad, eventos culturales, folclóricos y artesanales, hasta la confección de quesos, miel, raspadura, mermeladas y pesca, entre otros.
Pero son las fincas que manejan pequeñas especies, caprinos, ovinos, cerdos, aves, las que producen frutas exóticas y las de ganadería extensiva, las que generan mayor demanda.
“Los turistas quieren alejarse de los ambientes llenos de cemento y elementos tóxicos para irse a respirar aire puro y participar de las actividades cotidianas del hombre del campo”, destacó Mojica.
Los propietarios de estas fincas también tienen acceso a un Fondo de Fideicomiso de $4 millones, que maneja el MIDA y se ha propuesto incluir a esta actividad en los beneficios que concede la Ley 25 de Transformación Agropecuaria, que otorga fondos no reembolsables.
Las fincas que están a la espera de la inspección de la ATP podrían estar iniciando operación antes que finalice el primer semestre del próximo año.
En el MIDA el proceso de evolución resulta más rápido porque cuentan con un mayor número de personal y son las pequeñas fincas las que toman un más tiempo, ya que van cumpliendo con los requisitos poco a poco, por contar con menos recursos económicos.
Las fincas agroturísticas establecidas se han organizado y crearon la Cooperativa de Agroturismo Rural (Coosmatur) para capacitarse y lograr mayores fuentes de financiamiento.
El presidente de esta entidad es Humberto López Tirone, sostiene que se trata de un negocio con mucho potencial y que beneficia a las zonas rurales.
El año pasado, unos 20 propietarios de fincas viajaron a Costa Rica, con el financiamiento de ATP, para visitar varios proyectos dedicados al turismo rural.
Y es que este país cuenta con una amplia experiencia en esta materia y el turismo rural es uno de los cinco productos turísticos que ofrece. En 2010, este segmento atrajo a unos 80.000 visitantes y mantiene un crecimiento del 6% en la actualidad.
Fuente: capital.com.pa