Turismo en Panamá | enlacespanama.com

Semana Santa de Palencia
La pasión más bella y desconocida de España

Concluidas las fiestas navideñas y antes de recibir como cada año una avalancha de visitantes en verano, en España ya preparan la Semana Santa, uno de los reclamos turísticos que más ha crecido en los últimos tiempos en este país.  Y si hay una Semana de Pasión que cada vez congrega a más adeptos y seguidores esa es la que se celebra en Palencia, una  pequeña ciudad de 80.000 habitantes, ubicada a 250 kilómetros al norte de Madrid y a la que es fácil llegar tanto por carretera como por tren.

Esta coqueta capital destaca por la paz y tranquilidad que se vive en sus calles (uno de sus últimos eslóganes para atraer turistas decía “Escucha el  silencio”), por la magna escultura del ‘Cristo del Otero’ (el segundo más grande del mundo después del de Corcovado, en Río de Janeiro) y por su espectacular catedral gótica (conocida en España como ‘la Bella desconocida’).

      

La Semana Santa de Palencia a lo largo de los últimos años ha ido recogiendo los elogios y reconocimientos que hasta hace no mucho tiempo le negaban.  De hecho, desde 2005 es considerada por el Estado español como Fiesta de  Interés Turístico Nacional y en los próximos meses recibirá la catalogación de Fiesta de Interés Turístico Internacional, una mención que sólo tienen 30 festejos en España, algunos de la relevancia de los sanfermines de Pamplona, el carnaval de Cádiz y Tenerife y la Semana Santa de Sevilla y Valladolid, capital esta última que se encuentra a sólo 45 kilómetros de Palencia.

Sus orígenes son del siglo XIII

Pero pese a haber pasado desapercibida hasta hace no mucho para el público en general, algunas cofradías palentinas surgieron allá por los siglos XIII y XIV.  Son las más antiguas de un total de ocho que hoy completan el panorama procesional y que llevan a la calle durante una semana a más de 5.000 cofrades.  Uno de cada 14 habitantes que reside en la capital palentina toma parte en esta tradición religiosa, que se vive con una devoción y un respeto difícil de igualar en los cientos de desfiles que esos días se suceden en el resto de España.

El silencio, la esperanza, la soledad, la fe… son características fundamentales de las 14 procesiones que se celebran entre el domingo de ramos y el domingo de resurrección, rasgos que se acentúan y se vuelven más sobrecogedores cuando por las calles transita alguno de los 30 pasos que los cofrades hacen desfilar.  Son esculturas en madera que representan escenas de la Pasión de Cristo.  Algunas son de tal belleza e historia que, además de lo que aportan por su simbología religiosa, son consideradas, cuidadas y tratadas como obras de arte.

Uno de los rasgos diferenciadores de la Semana Santa de Palencia es que las ocho cofradías participan, como símbolo de hermandad, en todas y cada una de las  procesiones que se celebran (en muchas ciudades españolas los cofrades sólo toman parte en los desfiles organizados por sus propias cofradías).  Este es un signo, el de la unión, que se repite también con el encuentro y el abrazo de los diferentes estandartes y enseñas a modo de saludo entre hermanos.  También, es muy característico y distingue a la Semana Santa de esta localidad española el ‘tararú’. Este toque de trompeta, largo y agudo, se utilizó en origen para avisar y convocar a los hermanos cofrades de la celebración del acto procesional propio.  Con posterioridad se agregó a las propias procesiones como señal de respeto y admiración ante las representaciones de las imágenes o a su paso por lugares de cierta relevancia, como toque de especial atención ya no sólo a los propios hermanos sino también a todas las personas que se encontraban en los alrededores.



Otros atractivos de los alrededores

Pero además de la Semana Santa, Palencia y su provincia cuentan con grandes atractivos turísticos.  Por este territorio transcurre el Camino de Santiago; a escasos kilómetros de la capital se puede visitar una antigua villa de la época de los romanos (La Olmeda); muy cerca también se encuentra una de las rutas monumentales más famosas de Europa, en la que se pueden encontrar templos e iglesias únicos de estilo románico; además, la zona posee una gran diversidad de paisajes muy variados con una gran oferta de actividades de turismo de naturaleza y al aire libre.



Gran oferta gastronómica

Como en toda esta zona del centro norte de España, destaca especialmente la oferta gastronómica de sus restaurantes y hoteles, en los que es típica la menestra (plato elaborado con verduras de la huerta de la zona), el lechazo churro (cordero sólo alimentado con leche de la madre asado en horno de leña), queso elaborado con leche de oveja, y una amplia carta de vinos.